La Centroderecha: Un lugar común en América Latina

Escribe: Garabombo

Se puede decir que hay un lugar común donde se encuentran los políticos neoliberales o socialdemócratas de América Latina -pero sobre todo los primeros- quienes se sonrojan en aceptar que son los fundamentalistas del Fondo Monetario, los especuladores financieros y lobistas de profesión. Los que piensan, proyectan y anhelan desaparecer el Estado o si, están de buen humor, reducir el Estado aunque sea al mínimo.

En Perú, ser de centro-derecha es tan snob como bailar perreo. Ahí está Jaime Salinas, -con su novel partido Justicia Nacional- el que propugna orden, inversión privada y bienestar. De la Alianza derechista Unidad Nacional, que se ubicó como la tercera fuerza política en las elecciones presidenciales y congresales del 2001, tenemos: Lourdes Flores, quien al orden económico siempre promete orden en las calles, sin importar los muertos y heridos. Tiene muy buenos amigos en el Opus Dei. Luego, el actual alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, quien practica el populismo derechista como Odría o Fujimori, como ex tecnocrata eficiente del seguro social, es apreciado por empresarios y banqueros, que respiran tranquilos al imaginarlo como futuro inquilino de Palacio de Gobierno. También está el presidente del Congreso de la República, Antero Flores, abogado de empresarios y lobistas, conocido por su apelativo de rasgos felinos, se puede decir que es un diplomático frustrado o se equivocó de profesión y debió pasar por la Academia Diplomática, alma mater de embajadores y cancilleres de la República. Aunque con poco carisma, anhela ser Presidente de la República, espera la vacancia de Toledo, igual que Lourdes Flores gusta del orden económico y social.

El ex alcalde de Lima, Alberto Andrade, empresario, amigo de empresarios y cómplice de empresarios, también, dice ser de centro derecha, lo conmueven los barrios pobres, pero el único que conoce es el centro de Lima, es bien visto por la oligarquía limeña. Seguimos con Drago Kisic, el ex integrante de la plancha presidencial de Unidad Nacional, quien formó la Coordinadora de Independientes, Kisic es parte de la oligarquía empresarial que quiere rematar el Perú a los inversionistas extranjeros, ex colaborador del fujimorismo económico, sueña con las masas siguiéndolo, saludándolo, votando por él, sueña con que el Perú tenga precio. Para terminar esta lista peruana, no puedo dejar de mencionar al -se pudiera decir- el “centro-derechista” más premiado en el orbe, Hernando De Soto, por su fórmula mágica del capitalismo popular “que los pobres y sus viviendas son el gran capital que el libre mercado y las Instituciones Finacieras Internacionales esperan con los brazos abiertos para integrarlos al sistema, mediante prestamos que los harán ciudadanos y empresarios de primer nivel”. Sobre este señor, sólo puedo decir, que todos lo premian pero nadie muestra el logro: ¿Qué país pobre de las decenas que lo premian y visita ha salido del subdesarrollo o ha llevado la prosperidad que tanto propugna? Hasta ahora ninguno.

En Chile, Joaquín Lavin de la Unión Democrática Independiente, -integrada por antiguos funcionarios de Pinochet-, ex alcalde de Santiago, también “centro-derechista”, tiene las mismas ansias del peruano Kisic, los mismos sueños con las masas detrás de él, no se sonroja por estar rodeado de la élite chilena, también tiene la mano fuerte de Lourdes. Siguiendo con los derechistas de “centro-derecha” en Chile, está Sebastián Piñera de Renovación Nacional, dueño de LAN Chile, quien sorpresivamente lanzó su candidatura a la presidencia, quiere sacar del camino a Lavin, pues rechazó ir a unas primarias, para elegir al candidato de “centro-derecha”. Y, el presidente chileno Ricardo Lagos, militante del Partido Socialista -perseguidos por la barbarie militar- junto a partidos de centro-izquierda integran la Concertación que gobierna a los chilenos desde 1990 con el neoliberalismo de Pinochet, la constitución de Pinochet y la impunidad de Pinochet. Para la Concertación, la pobreza y exclusión, son parte de lo que ellos llaman, democracia participativa, porque en la pobreza tienen que participar todos. Como no piensan dejar el Poder, ya tienen a su candidata Michelle Bachelet, representante del Partido Socialista y del Partido Por la Democracia, su rival de la Concertación, Soledad Alvear de la Democracia Cristiana, se retiro de la contienda. Este es el triste panorama en la tierra de Víctor Jara y los Quillapayun.

Cruzo los Andes y en Argentina, el menemismo tiene nuevo nombre: Por el desarrollo y la Unidad Nacional, se llama la alianza de los centro-derechistas Mauricio Macri, conocido empresario, especulador financiero, presidente del club Boca Juniors, y Ricardo López Murphy , neoliberal, el ex candidato preferido del conservador Mario Vargas Llosa, en las elecciones presidenciales de este país, en el 2002. Estos discretos centro-derechistas prometen: modernidad, creatividad, eficiencia, y afirman como buenos derechistas, borrón y cuenta nueva, en todo, en corrupción en derechos humanos y sobre todo en desastre social. Este lugar común se repite en Perú, también en Chile.¿ Será una moda y no nos hemos dado cuenta?. Pues, hay que tener cuidado con los centros-derechistas en América Latina.