¡Coca o muerte !

¡COCA O MUERTE !

Escribe: Garabombo

A falta de razones, el terror, es el único argumento del gobierno peruano, que desde el sábado 28 de mayo apunta de balas y bombas lacrimógenas, intenta desaparecer los sembríos de hoja de coca en el Alto Huallaga y tumbar el ánimo de los cocaleros, echándolos violentamente de sus casas y acusándolos de narcoterroristas. Todo con el servil apoyo de la prensa corporativa.

El terror esta siendo instalado en Tocache, Alto Huallaga, (Dpto. de San Martín) por el director de la Policía Nacional del Perú (PNP), Marco Miyashiro, y su cómplice Nils Ericsson, jefe de DEVIDA, operador político norteamericano en Perú del programa COCA CERO. Arrasar lo sembríos de hoja de coca es la consigna, y, sobre todo, utilizar el terror para amedrentar a los campesinos cocaleros, ingresando a sus casas y expulsándolos.

La justificación: Artemio con una facción del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL) en alianza con el narcotráfico, están detrás de las protestas. Pruebas, nadie las tiene. Después se retractan y dicen que, podría ser, pues, muchos de los que salieron a protestar tiene antecedentes penales. Así mismo, ahora aparecen armas caseras de largo alcance en Puno, departamento del altiplano peruano, la PNP asegura haber incautado 72 escopetas de fabricación casera y encontrado otras 100 armas en proceso de fabricación, que posiblemente iban a Tintaya o tal vez al Alto Huallaga.

Una suposición tan cantinflesca que se deshace ante la realidad. Pues, no sería más fácil para los cocaleros, supuestos aliados con el PCP-SL y el narcotráfico, que estos últimos, les den modernas armas de largo alcance, que, deben llegar en avionetas desde el extranjero. Son capaces de fabricar teorías tan tontas como que: “Los cocaleros del Chapare, Bolivia, envían armas al Alto Huallaga”. No nos sorprendería.

Como dice el especialista en temas cocaleros Hugo Cabieses, este operativo Sion 2005 es una provocación a los campesinos cocaleros y una muestra más del fracaso del supuesto programa de erradicación moderada y la implantación de cultivos alternativos. El cual, no les interesa realizarlo, pues, sino, no existirían motivos, para meter mas soldados y bases norteamericanas en la selva del Perú. Para saciar, -en el futuro-, sus objetivos geopolíticos e hidro-energéticos.

Ante la falta de argumentos y la obvia manipulación de la prensa a su favor, el terror es el único argumento del gobierno peruano ante las plantaciones de los cocaleros. Por eso, los cultivadores de hoja de coca siguen resistiendo al grito de: ¡Coca o muerte! Por que la hoja de coca es su vida. Y, la muerte, la trae la PNP junto a sus esbirros mediáticos.